"Quien siente la montaña no necesita explicaciones y, mientras existan paredes, agujas y aristas, habrá quien las escale disfrutando de lo que hace, aunque no comprenda exactamente el por qué" JOSE MANUEL ANGLADA (ALPINISTA) |
El nuevo objetivo de La Compañía de La P.E. forma parte de El Reto de… LOS 14/3000 DE CATALUNYA. Es el Tuc de Mulleres (3.010 mts), situada al final de la Vall de Mulleres y que se levanta más de 500 metros de altura en una pared casi vertical que bien seguro no nos impedirá conquistarla. Es el tresmil más oriental de todo el sector Aneto/Maladeta a caballo entre Catalunya y Aragón, motivo por el cual es una cumbre muy codiciada por los montañeros de ambos lados de la cordillera. Probablemente sea uno de los más fáciles de todo el Pirineo, especialmente si se accede por la vertiente aragonesa, aunque la ruta catalana desde la boca sur del túnel de Vielha siguiendo el cauce del río Noguera-Ribagorçana es más corta pese a tener un desnivel de 1.400 metros. No es una cumbre especialmente hermosa aunque sí que tiene una de las vistas más espectaculares de todo el macizo del Maladeta. En esta ocasión La Compañía estará formada por Ana, Chema, Chus, David, Ester, Joan y Jose, y la intención del equipo es realizar la ascensión a lo largo de dos jornadas pasando la noche en el refugio libre de Mulleres a 2.360 metros de altura.
SÁBADO, 1 DE AGOSTO DE 2009
El punto de partida está en el pequeño aparcamiento del refugio de Sant Nicolau situado encima de la boca sur del túnel de Vielha (1.610 mts) y al que hemos llegado después de casi trescientos kilómetros de viaje en furgo. Junto a unas piedras nos hacemos la foto de equipo previa al inicio de la ascensión después de recargar energías con unos buenos bocatas. Desde este punto podemos divisar en días despejados como hoy la cima a 3.010 metros y, a medio camino a 2.360 metros de altura, el refugio de Mulleres donde pasaremos la noche.
Son las 13:50 de la tarde y por fin comienza la ascensión al Tuc de Mulleres. A pocos metros del parking sale una rampa asfaltada que baja del talud del aparcamiento para conectar con la pista que cruza la Pleta de Mulleres por un terreno suave que se adentra hacia el O por la Vall de Mulleres en dirección al Tuc de Mulleres.
En apenas quince minutos la pista se convierte en un sendero que se adentra en un bosque de hayas. A la derecha dejamos el sendero que permite acceder al Pòrt de Vielha y al Tuc deth Pòrt de Vielha (2.605 mts) pero nuestra ruta bien marcada y fácil de seguir va por el margen derecho del río a través del bosque. Por unas suaves pendientes vamos ganando altura progresivamente en busca de una estruendosa cascada que oímos de fondo cada vez más cerca.
Alcanzamos este primer salto de agua del río Noguera Ribagorçana (1.725 mts) en menos de 30' de fácil caminata desde el parking del túnel de Vielha y dejamos atrás definitivamente el bosque para entrar en el prado del Plan dera Rasa.
Pese a estar todavía por debajo de los 2.000 metros de altitud, el paisaje ahora ya es de alta montaña caracterizado por prados con poca vegetación y rocas rodeados de grandes montañas. Delante de nosotros se levanta el Tuc del Mig de la Tallada (2.791 mts) y el Tuc de la Tallada (2.952 mts) con la Colladeta de la Tallada entre ambos, el mejor paso natural para llegar al vecino valle de Salenques. Al fondo el Tuc de la Feixa de la Vall (2.875 mts).
La Compañía continúa su camino con paso firme y atraviesa en pocos minutos el prado por el margen derecho del río. Nos vamos cruzando con algunos montañeros que ya están de vuelta de sus aventuras.
Un pequeño despiste al orientarnos después de cruzar una zona de grandes bloques de piedra nos hace desviarnos del sendero y perder unos cuantos metros de altura hasta llegar a tocar el río. Afortunadamente no tardamos en darnos cuenta y remontamos la ladera de la montaña hasta el corredor que debe llevarnos a la segunda cascada del valle.
Una vez recuperada la ruta correcta, el estrecho camino sigue ascendiendo siempre con el torrente a nuestra izquierda, unos metros más abajo.
Pese a no ser una ascensión demasiado dura, poco a poco vamos ganando metros por la falda de la Sèrra dera Pleta Naua. Un rápido vistazo hacia atrás nos permite percatarnos del desnivel que ya llevamos recorrido. Aunque el día estaba despejado al llegar al parking y no hace demasiado calor, sobre la cima de nuestro objetivo se han plantado unas nubes grises que poco a poco están cerrando el resto del valle y que no hacen presagiar nada bueno... A ver si al final nos va a llover...
Seguimos avanzando por la ladera del torrente y 1h después de haber comenzado a caminar alcanzamos el pequeño escalón donde se forma la segunda cascada que tiene el río Noguera-Ribagorçana en este barranco. En realidad se trata de un doble salto de agua ya a 1.950 metros de altitud que no presenta ninguna dificultad técnica.
Para superar el paso debemos hacer una pequeña y fácil grimpada por la derecha del salto de agua completamente pegados a la pared. El único inconveniente está en que justo en este punto coincidimos con un grupo muy numeroso de excursionistas que baja de la montaña provocándose un pequeño atasco de gente en el punto más estrecho de la trepada.
La ruta pasa tan cerca del agua que nos va salpicando y mojando mientras alcanzamos a la parte más alta. Es increíble la cantidad de gente con la que nos cruzamos en este punto. Parece la Rambla de Barcelona.
Superado el doble salto de agua, llegamos a la Pleta Naua, ya por encima de los 2.000 metros. Una gran explanada granítica y muy rocosa se abre ante nosotros con la tercera y última cascada que debemos superar al fondo.
El terreno va ganando inclinación rápidamente por la ladera derecha de las extensas pedreras de la Val de Mulleres, al pie de la Sèrra dera Gerbosa. Su aspecto dolomítico y salvaje es realmente espectacular. Detrás nuestro queda el fondo del valle y en la lejanía, fuera del alcance de la vista, el parking del refugio Sant Nicolau desde donde hemos iniciado la aventura.
La ruta no tiene mayor dificultad que la de seguir el sendero muy bien marcado en dirección E hacia el último salto de agua que encontraremos a nuestra izquierda, apróximadamente a 2.140 metros de altura. Llevamos caminando algo más de 1h30' y de momento no hay señales de cansancio en ninguno de nosotros.
Al llegar a la base de esta última cascada el camino gira ligeramente a la derecha para encarar una nueva ladera muy inclinada que nos llevará a través de un canchal de grandes rocas al siguiente piso geológico ya por encima de la cota de 2.250 metros de altitud.
Los hitos de piedra nos conducen por una estrecha canal empedrada con fuerte desnivel que gana altura rápidamente hasta la parte alta de la cascada.
Por momentos el mar de piedras nos da un respiro para sumergirnos en una zona herbosa que parece cubrirnos por completo.
Pero rápidamente vuelven a aparecer las grandes piedras. Alguna de estas rocas que encontramos a nuestro paso nos obliga a echar las manos a tierra para superarla. Nada que impida a La Compañía de la P.E. continuar adelante.
Cuanto más alto subimos, más espectaculares resultan las vistas de todo lo que llevamos recorrido. Las montañas de la Vall de Conangles se levantan majestuosas al otro lado de la carretera N-230 que entra en el túnel de Vielha.
¡¡¡Uff!!! Parece que nunca vamos a llegar arriba... ¡¡Este tramo tan duro no tiene fin!!
Aunque el tramo está muy bien marcado y no tiene ninguna dificultad, la fuerte inclinación hace que vayamos muy pegados a la pared. Ahora sí... ya casi lo tenemos. Son los últimos metros…
El paisaje desde este impresionante balcón es increíble. Desde el Tuc deth Cap dera Sèrra (2.613 mts) y la Sèrra dera Pleta Naua a nuestra izquierda hasta el Tuc del Mig de la Tallada (2.791 mts) pasando por los picos de la Vall de Conangles en el centro de la foto. Detrás, perfectamente visible, la vertiente occidental del Macizo de Besiberri al completo. Y en el fondo de la Vall de Mulleres por la que estamos ascendiendo, el parking de la boca sur del túnel de Vielha. Todo un espectáculo.
Unos minutos de descanso después del esfuerzo nos permiten reagruparnos de nuevo antes de continuar hacia el refugio libre de Mulleres.
Eso sí... Siempre hay tiempo para hacernos una foto de equipo. ¡¡¡¡¡JJUUUUUUUAAAAAAAAAAAAA!!!!!
Superada la última cascada, el desnivel de la ruta se suaviza ligeramente aunque en ningún momento deja de seguir subiendo. El refugio de Mulleres por fin se muestra ante nosotros en lo alto de una gran roca mientras al fondo, alta y lejana, aparece la muralla de canales y aristas del Tuc de Mulleres. Sólo nos queda cruzar un pequeño prado con gran cantidad de bloques de piedras y salvar el último obstáculo antes de alcanzar el objetivo de la primera etapa de nuestra aventura. Será entonces cuando podremos disfrutar del merecido descanso.
Finalmente alcanzamos los 2.360 metros de altura donde está ubicado el refugio a las 16:15 después de casi 2h30' caminando desde el parking. Objetivo de la jornada cumplido. Esta noche no seremos los únicos que dormiremos por estos parajes ya que hay un par de familias que han plantado sus tiendas de campaña en la puerta del refugio desafiando un cielo amenazador que se cierra por momentos dispuesto a descargar toda su furia.
A escasos metros del refugio, unos metros más abajo, está el primero de los cuatro ibones de los Estanys de Mulleres. A estas alturas de verano, alrededor del lago todavía se mantiene un gran nevero del que de tanto en tanto se desprenden enormes bloques de hielo que al caer al agua provocan un estruendoso sonido. Justo por encima del ibón asoma el Tuc de la Feixa de la Vall (2.875 mts).
El pequeño refugio libre de color naranja donde dormiremos tiene 12 plazas de literas con mantas, una emisora de emergencia para cualquier urgencia y un pequeño espacio para cocinar que cumple sobradamente con las necesidades básicas de cualquier montañero que quiera pasar la noche. Nosotros hoy seremos en total nueve personas compartiendo el minúsculo espacio así que seguro que el calor humano nos evitará pasar frío. Mientras estamos cenando nuestro tuper de pasta con la botellita de vino que hemos traído se desencadena una terrible tormenta con truenos y relámpagos que nos hace pensar en la suerte que hemos tenido al habernos librado de la tromba de agua que está cayendo. Esperemos que mañana mejore el tiempo y podamos completar nuestra aventura sin ningún contratiempo.
DOMINGO, 2 DE AGOSTO DE 2009
El día parece que amanece despejado después de la gran cantidad de agua que ha caído durante toda la noche. Preparamos nuestras mochilas fuera del refugio y comemos alguna cosa antes de retomar la ascensión. A las 5:45 ya estamos de nuevo de camino a la cima dispuestos a coronar el Tuc de Mulleres... ¡¡A delante!! ¡¡¡¡JJUUUUUUUAAAAAAAA!!!!
Comenzamos la ascensión buscando el primero de los ibones de Mulleres desde donde retomaremos la ruta marcada con hitos que debe llevarnos a la cima en dirección E.
En pocos minutos el sol hace acto de presencia en un cielo completamente despejado sin una sola nube. El camino, cada vez más rocoso, comienza a ganar altura internándose en la cuenca de los Estanys de Mulleres.
En pocos minutos alcanzamos el segundo de los ibones siguiendo el sendero que se pierde por momentos a medida que continuamos ascendiendo entre los bloques de piedra.
Los rayos de sol nos tocan por fin al superar el tercer ibón. Poco a poco, casi sin darnos cuenta vamos ganando metros de altura a modo de escalones cada vez que llegamos a uno de los lagos.
En una 1h30' remontamos por el valle los cuatro lagos de Mulleres hasta llegar al último de ellos. Estamos al final de la Val de Mulleres, a 2.470 mts de altura, y ante nosotros se levanta majestuosamente la pared casi vertical del Tuc de Mulleres con más de 500 metros de altura. Realmente impresionante.
Algunos tramos del camino son muy pedregosos y están descompuestos cosa que dificulta la progresión. Aún así, los ánimos están por las nubes y La Compañía asciende a buen ritmo.
Al llegar al cuarto ibón, el camino gira bruscamente hacia la derecha del gran circo rocoso para evitar la interminable pared que se levanta hacia el cielo. La ruta busca una salida en dirección N enfilándose por una ladera cubierta de piedras que salvará un desnivel importante.
Superando pequeñas balconadas o gradas que nos permiten tomar algún que otro respiro para recobrar el aliento continuamos ascendiendo. A nuestras espaldas dejamos la montaña de los pics de la Tallada de casi tres mil metros y el último lago de Mulleres que está medio congelado.
Llegamos a una amplia balconada donde podemos sentarnos todos así que decidimos detenernos para comer alguna cosa. Las cuatro galletas que comimos antes de empezar a caminar están ya en los pies y antes de afrontar el tramo final, el más duro, debemos recargar las energías. Pese a que hay alguna nube en el cielo ya no quedan restos de la gran tormenta que cayó ayer. Es lo que tiene la alta montaña: hoy llueve como si fuera a acabarse el mundo y mañana brilla el sol con todas sus fuerzas.
Después del queso, el fuet, las galletas y los frutos secos estamos listos para reemprender la marcha, dispuestos a conquistar la cima. El camino después del repecho de la grada donde hemos descansado vuelve a subir con fuerza entre las rocas haciéndonos sudar de lo lindo pero nosotros estamos a tope y dispuestos a llegar hasta lo más alto.
Las vistas de todos los Estanys de Mulleres y de la Val de Mulleres mejoran con cada metros que ascendemos. La vegetación desaparece poco a poco por completo y a partir de aquí sólo encontraremos piedras y más piedras.
El camino se convierte en una pedrera que vamos superando en diagonal dirigiéndonos hacia la derecha con el Tuc de Mulleres ante nosotros y el Coret de Mulleres al que hay que llegar antes junto a él. La monotonía del paisaje gris de la piedra se rompe esporádicamente con algunos neveros que en ocasiones podemos evitar pero que otras veces debemos cruzar poniendo todos los sentidos para no dar con nuestros huesos en la dura nieve.
En este punto de la ruta entre tanta roca, el sendero ya hace tiempo que ha desaparecido por completo y lo único que nos permite seguir en la buena dirección con cierta seguridad son los hitos de piedra que vamos encontrando a medida que ascendemos. Pero no siempre resulta fácil seguirlos provocándonos algún que otro problema de orientación y que nos desviemos unos metros del camino natural subiendo hasta la pared de la base del Cap deth Hòro.
Rápidamente nos damos cuenta de nuestro error y David reencuentra las marcas que llevan hasta la base de la brecha desde donde iniciaremos el asalto final a la montaña.
Mientras nos acercamos a la pared, las nubes que cubren el valle deciden hacernos una visita acercándose peligrosamente.
Cruzamos el nevero que hay al pie de la pared siguiendo las huellas sobre la nieve e iniciamos la trepada sin más dilaciones.
Plegamos los bastones y echamos las manos a la roca para grimpar por la pared hacia el collado.
La corta grimpada de Iº es fácil pero entretenida. Eso sí, como siempre hay que ir con cuidado al poner los pies y las manos para evitar cualquier resbalón. Sería fatal...
Aunque la pequeña escalada tiene buenos agarres hay algún paso aéreo que requiere toda nuestra atención, sobre todo en la parte final que es más vertical. De todas formas, nada nos impide girarnos para disfrutar de las increíbles vistas. Sin duda alguna este tramo es el más divertido de toda la ascensión.
A las 10:00 en punto de la mañana alcanzamos los 2.935 metros de Coret de Mulleres. Se trata de una estrecha y ventosa brecha totalmente expuesta a ambos lados de la montaña situada entre el mismo Tuc de Mulleres y el Cap deth Hòro. Sólo queda un último esfuerzo de apenas 75 metros de desnivel cresteando por la arista final hasta la cima en dirección SO.
Pese a la gran cantidad de bloques de piedra que tiene el camino hasta la cumbre, el tramo resulta muy fácil de seguir. Sólo encontramos un pequeño paso delicado al principio de la cresta para pasar a la vertiente O de la montaña y el resto del tramo se hace sin mayores dificultades.
Las vistas que se pueden divisar a este lado de la montaña son impresionantes y fantasmagóricas a la vez. Abarcan todo el macizo del Maladeta y llegan hasta la arista del Cap deth Hòro y la Forcanada.
Ya casi estamos arriba... Son los últimos metros antes de conseguir nuestro reto... Vamos... ¡¡¡A tope!!!
En apenas 20' desde el collado, La Compañía de La P.E. corona la cima del Tuc de Mulleres (3.010 mts). ¡¡¡¡¡JJJUUUUUUUAAAAAAAAA!!!!! Son las 10:20 de la mañana y la segunda cima de El Reto de... LOS 14/3000 DE CATALUNYA ha sido hollada. Primero Joan, después David, luego Ester, Chus, Ana, Chema y yo el último de todos. Nuestras caras reflejan la felicidad en el momento de las felicitaciones y los abrazos.
Mientras comemos alguna cosa antes de iniciar el descenso contemplamos el paisaje que tenemos delante. Pese a las nubes que hay en los alrededores, el lugar es un mirador privilegiado del Macizo de la Maladeta. Hacia el E, en primer plano, vemos la impresionante cresta de Tempestades junto al Pic de les Salenques (2.992 mts) más hacia la derecha. Por detrás quedan todos los tresmiles del macizo del Maladeta con el Aneto (3.404 mts) como figura destacada. Desde la Punta Oriental Russell (3.034 mts) hasta el Maladeta (3.308 mts) y la cresta de los Portillones a la derecha. Un poco más atrás del gran macizo, más allá del Pico de Russell, incluso es posible distinguir el Ballibierna (3.067 mts).
Por el O se ven todas las montañas que hay alrededor del Valle de Mulleres y los Estanys de Mulleres. Junto al primero de ellos es posible distinguir el refugio donde hemos pasado la noche y muchos, muchos metros más abajo el parking donde está aparcada la furgo. En los días despejados podríamos divisar también el Macizo de Besiberri más allá de la Vall de Mulleres.
Son las 16:20 de la tarde cuando llegamos al parking de la boca sur del túnel de Vielha, principio y final de la aventura. Por fin podemos quitarnos las mochilas y las botas para descansar tranquilamente. ¡¡Qué alivio!!
Después de guardar todo el material de la expedición llega el momento de ir en busca de un restaurante donde poder comer alguna cosa y celebrar nuestro triunfo.
Han sido muchas horas caminando y ahora sólo queda disfrutar del momento y esperar la siguiente aventura. La Compañía de La P.E. volverá muy pronto para vivir nuevos retos...
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